¿Quienes somos?
Established in 1875
La Congregación de los Misioneros del Verbo Divino fue fundada por San Arnoldo Janssen, en el año1875, en Steyl en los Países Bajos, a orillas del río Mosa, cerca de la frontera con Alemania.
“El amor y la gracia de Dios nos han reunido de diversas naciones y continentes en una Congregación religiosa y misionera, consagrada al Verbo Divino y distinguida con su nombre”.
Prólogo de las Constituciones SVD
Carisma
Por su nombre, nuestra Congregaión tiene un cariño y un compromiso especial por la Palabra de Dios. San Arnodo decía: «Su vida es nuestra vida, su misión es nuestra misión.»
Vivimos en una comunidad internacional, intendamos dar un sencillo y profundo testimonio de vida cristiana, a través de la vida consagrada. Transmitimos con alegría el encuentro que tenemos con Jesucristo y aportamos en la construcción de su Reino.
El diálogo y las actitudes dialogantes son las maneras preferenciales con las cuales configuramos nuestras personas y comunidades. A través de diversas y sencillas maneras optamos y caminaos junto a los pobres y oprimidos.
Visión
- El anuncio del Evangelio: Todo nuestro trabajo, aunque diversos, esta dedicado al anuncio de la Palabra de Dios.
- Internacionalidad: Somos comunidades misioneras integrada por hermanos de distintas nacionalidades. De esta manera damos testimonio de la universalidad de la Iglesia y de la fraternidad entre las personas. Intetamos que nuestros misioneros no vivan solos y que nuestras comunidades estén integradas por presbíteros y hermanos.
- Apertura a los signos de los tiempos: En un mundo desgarrado por experiencia de injusticia y divisiones, lo que aleja el designio de Dios a la humanidad, nuestras comunidades desean ser un testimonio verdadero de unidad y de respeto. Éste es un signo de los tiempos que queremos contagiar a todo el mundo. Tambien identificamos y amamos la presencia de Dios en las diversas religiones y culturas del mundo. Son las presencias de Dios que nos manifiestan su amor a la humanidad y su deseo de dialogar y encontrarse con cada persona, con cada cultura.
Valores
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Consejos Evangélicos: Con humildad y actitud de discípulo nos consagramos a Dios por medio de tres votos: pobreza, castidad y obediencia evangélicas. Estos votos nos asocian estrechamente al Señor y a la comunidad.
El voto de pobreza nos compromete a ser pobres como Jesús; es por ello que ponemos a disposición del Reino y su misión todo lo que somos, nuestros talentos, el tiempo y las oportunidades que Él nos ofrece para servir con alegría.
El voto de la castidad: nos invita a ser plenamente humanos por medio del celibato y crear comunión en el amor, entre nosotros y en la misión.
El voto de la obediencia: es el itinerario del caminar en la dirección del Reino y en la concreción de la voluntad de Dios, a través del discernimiento y la toma de decisiones comunitarias.