*La Primera Estrella*
En mi patria Polonia, hay muchas tradiciones navideñas que están preparando a todos, a que puedan vivir bien, con fe y mucha alegría las fiestas navideñas. Este año quisiera compartir con todos ustedes una tradición de las estrellas que siempre aparecen en el cielo.
Antes de ir a celebrar la misa de gallo (aunque en Polonia esta misa se llama Misa de los pastores) toda la familia se reúne en la mesa para poder cenar de una manera especial y muy solemne. Todos se ponen los mejores trajes, en el fondo se escucha villancicos, y en la mesa hay una vela encendida que simboliza a Jesús que nace en Belén. Pero hay una regla muy importante, para poder empezar la cena en el cielo, arriba, hay que ver la primera estrella que brille. Hasta que no aparezca la estrella, no se puede empezar el festejo. Esta estrella trae la buena nueva, trae la buena noticia de que ya se puede empezar a celebrar el cumpleaños de Jesús. Recuerdo que como niños esperábamos esta estrella con muchas ansias, corríamos por todos los cuartos, asomándonos a todas las ventanas para poder ver la estrella lo más pronto posible. Incluso a veces los papas tenían que asegurarse si era verdad lo que decían los niños cuando decían “ya vi la estrella”, porque muchas veces los niños sin verla se adelantaban para poder ya festejar el cumpleaños del Niño Dios. Estas estrellas siempre nos traían mucha alegría, esperanza y bendición.
Lc 1,11-20
Entonces (a Zacarías) se le apareció el Ángel del Señor, de pie, a la derecha del altar del incienso. Al verlo, Zacarías quedó desconcertado y tuvo miedo. Pero el Ángel le dijo: «No temas, Zacarías; tu súplica ha sido escuchada. Isabel, tu esposa, te dará un hijo al que llamarás Juan. El será para ti un motivo de gozo y de alegría, y muchos se alegrarán de su nacimiento, porque será grande a los ojos del Señor. No beberá vino ni bebida alcohólica; estará lleno del Espíritu Santo desde el seno de su madre, y hará que muchos israelitas vuelvan al Señor, su Dios. Precederá al Señor con el espíritu y el poder de Elías, para reconciliar a los padres con sus hijos y atraer a los rebeldes a la sabiduría de los justos, preparando así al Señor un Pueblo bien dispuesto.»
Pero Zacarías dijo al Ángel: «¿Cómo puedo estar seguro de esto? Porque yo soy anciano y mi esposa es de edad avanzada.»
El Ángel le respondió: «Yo soy Gabriel, el que está delante de Dios, y he sido enviado para hablarte y anunciarte esta buena noticia. Te quedarás mudo, sin poder hablar hasta el día en que sucedan estas cosas, por no haber creído en mis palabras, que se cumplirán a su debido tiempo.»
En el evangelio del día de hoy vemos que el ángel Gabriel viene a Zacarías, se puede decir un ángel que trae una estrella de mucha alegría y una profecía muy esperada. A Zacarías le faltó la fe, no supo recibir una noticia tan buena. María creyó, pero Zacarías dudó. La fe trae alegría y el canto. Así María, con su cantico (Magníficat), respondió al Ángel.
Zacarías, dudó y su respuesta no fue ningún cantico, fue la perdida de habla, un silencio difícil. Que nuestra fe siempre nos llene de alegría, de certeza y seguridad para que podamos llevar la esperanza a nuestros prójimos. Para que la podamos vivir y compartir con los demás.
❁ Las estrellas traen buenas noticias: yo también soy como la estrella ¿estoy atento a las necesidades de otros? ¿Llevo la alegría, el consuelo a ellos?
❁ Zacarías no supo recibir a su estrella: ¿Sé agradecer el esfuerzo del otro cuando me quiere ayudar o cuando renuncia a sus actividades para estar conmigo?
❁ Recordamos otra estrella, que guiaba a los reyes. Ellos la perdieron cuando entraron a la ciudad de Jerusalén, donde había mucho ruido y cosas que a veces alejan de Dios: ¿Cultivo los momentos de silencio, de tranquilidad y meditación? ¿O me meto demasiado en la bulla, ruido y pierdo mi estrella – mi alegría?
❁ (Dejamos un espacio a los participantes para compartir sus preguntas y reflexiones)
✎ Ofreceré mi tiempo cada domingo para dar la bienvenida en una de las misas de mi parroquia
✎ Acompañemos a nuestros niños: Dibujemos y recortemos una linda estrella de Belén y coloquemos en el pesebre familiar… También podemos recortar otras estrellas más chicas. En ellas escribimos los nombres de las personas que son para nosotros como las estrellas, que siempre alegran nuestros días.
Santa Madre Teresa
de Calcuta
“Es Navidad cada vez que permites al Señor renacer para darlo a los demás. Es Navidad cada vez que estás en silencio para escuchar al otro”