Quinto Día

*No lo Dudes, Todo es Posible para Dios*

Había un niño de familia de clase media, él tenía un hermano más en una familia pequeña y devota. Sus padres eran agricultores y trabajaban duro en el campo. El niño era muy espiritual y obediente en la familia. Siempre fue amado y apreciado por todos en su familia y también por los aldeanos. Pero, cuando estaba en secundaria, para mejorar sus estudios, fue admitido en un internado para continuar sus estudios posteriores. Incluso estando allí nunca abandonó su vida de oración y su participación en las actividades de la parroquia. Siempre oraba a Dios para obtener una buena puntuación en el examen final que se realiza en la fecha determinada. A medida que se acercaba el día que definía el futuro de sus estudios, más y más se concentraba en estudiar bien y se alistaba para dar el examen. Pero cuatro días antes del examen, tuvo un fuerte dolor de estómago y fue hospitalizado…

El médico informó que debía someterse a una cirugía de inmediato. Eso significaba realizar los exámenes finales el próximo año… Pero el niño oró a Dios con toda su confianza para su pronta recuperación y presentarse al examen del mismo año. Se sometió a la cirugía y con los puntos en su abdomen continuó en su preparación para el examen. Tenía mucha esperanza y confianza en que el Señor le ayudaría obtener buenas notas. Finalmente llegó el momento de conocer el resultado: fue distinguido en todas las materias. Ese día creyó que todo es posible para Dios. Con esta profunda experiencia de Dios el niño ingresó al seminario y ahora está sirviendo al Señor como sacerdote-misionero en otro país.

Lc 1,26-38

En el sexto mes, el Ángel Gabriel fue enviado por Dios a una ciudad de Galilea, llamada Nazaret, a una virgen que estaba comprometida con un hombre perteneciente a la familia de David, llamado José. El nombre de la virgen era María.

El Ángel entró en su casa y la saludó diciendo: «¡Alégrate!, llena de gracia, el Señor está contigo.» Al oír estas palabras, ella quedó desconcertada y se preguntaba qué podía significar ese saludo.

Pero el Ángel le dijo: «No temas, María, porque Dios te ha favorecido. Concebirás y darás a luz un hijo, y le pondrás por nombre Jesús; él será grande y será llamado Hijo del Altísimo. El Señor Dios le dará el trono de David, su padre, reinará sobre la casa de Jacob para siempre y su reino no tendrá fin.» María dijo al Ángel: «¿Cómo puede ser eso, si yo no tengo relaciones con ningún hombre?»

El Ángel le respondió: «El Espíritu Santo descenderá sobre ti y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra. Por eso el niño será Santo y será llamado Hijo de Dios. También tu parienta Isabel concibió un hijo a pesar de su vejez, y la que era considerada estéril, ya se encuentra en su sexto mes, porque no hay nada imposible para Dios.»

María dijo entonces: «Yo soy la servidora del Señor, que se cumpla en mí lo que has dicho.» Y el Ángel se alejó.

Para algunas personas cada día es una lucha, pero para algunas personas cada día es un regalo de Dios para experimentar su amor y cuidado. En este proceso, algunos encuentran a Dios en todo lo que vemos y experimentamos en este mundo. Pero algunas personas dudan de Dios y de su existencia en este mundo. Esta es una práctica normal de todo ser humano. Siempre estamos en busca de algo mejor, mientras tanto, todos necesitamos una señal o una actividad milagrosa para creer en Dios y su presencia en nuestra vida diaria.

En el evangelio de hoy, Dios demostró a sí mismo que todo es posible para Dios mediante el gran acto de la concepción de Jesús por parte de María en su vientre sin ninguna relación humana. Cuando pensamos en este gran acto de Dios y la historia de la salvación, yo diría que este acto milagroso sólo es posible para Dios. María, la madre de Jesús, creyó en las palabras del ángel Gabriel y aceptó todo lo que ese ángel le transmitía. Es una lección para todos nosotros aprender de la madre María a aceptar la realidad de la vida tal como se nos presenta y tener siempre total confianza en el Señor.

❁ ¿Cómo Dios interviene hoy en nuestras familias? ¿Realmente crees en la presencia de Dios en tu vida diaria?

❁ ¿Estás listo para aceptar los actos milagrosos de Dios que están sucediendo en tu vida?

❁ ¿Alguna vez has sido un instrumento de Dios y has reflejado la imagen de Dios ante los demás?

❁ (Dejamos un espacio a los participantes para compartir sus preguntas y reflexiones)

✎ Hoy queremos sentirnos una familia bendecida por los signos de la presencia de Dios y trasmitimos esta bendición a otras personas… ¿Quiénes son que los necesitarían nuestra bendición y oración?

✎ Acompañemos a nuestros niños: Coloquemos las figuritas de los ángeles. También podemos elaborar algunos del papel. Los ángeles son mensajeros de las buenas noticias enviados por Dios. También nos animan a creer que para Dios todo es posible.

“Cuantas más adversas sean las circunstancias, mayor ha de ser nuestra confianza en Dios”

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