Primer Día

*La Visita de Dios*

Había un brahmán muy piadoso. Al despertarse cada mañana, tomaba su baño ritual y se dirigía al templo con su ofrenda.

Repetía el culto tres veces al día. Un día rezó con todo fervor: “Señor, ya ves que yo vengo a tu casa todos los días… ¿Por qué no vienes tú a la mía?”. A lo que Dios le respondió: “Mañana iré a tu casa”.

Aquel hombre, en el colmo de su dicha, limpió y adornó su casa. Puso guirnaldas en la puerta y preparó la mesa con una suculenta comida. Todo estaba a punto para recibir a Dios. Por la mañana, un niño de la calle vio a través de la ventana aquellos manjares y pidió algo para saciar su hambre. Furioso el brahmán ante tal pretensión, lo despachó diciendo: “¿Cómo te atreves a pedir lo que está preparado para Dios?”. Pero Dios no llegaba todavía. Continuando su espera, ve entrar a un mendigo pidiendo limosna. Rápidamente lo echa y limpia rápidamente los rastros de las pisadas del mendigo. Por la tarde sigue esperando la llegada de Dios. Sólo aparece un peregrino que pide descansar un rato en el banco frente a su casa: “¡Imposible, este banco está reservado para Dios!”.

Al Día siguiente, al presentar la ofrenda de la mañana, el brahmán se queja a Dios entre lágrimas: “¿Señor, por qué no viniste a mi casa como me habías prometido?”, Entonces una voz le respondió: “Fui tres veces y las tres me rechazaste” (según Arnoldo, parábolas y reflexiones para el camino, pág. 224).

Jn 17, 10-13

Al bajar del monte, los discípulos preguntaron a Jesús: «¿Por qué dicen los escribas que primero debe venir Elías?» El respondió: «Sí, Elías debe venir a poner en orden todas las cosas; pero les aseguro que Elías ya ha venido, y no lo han reconocido, sino que hicieron con él lo que quisieron. Y también harán padecer al Hijo del hombre.» Los discípulos comprendieron entonces que Jesús se refería a Juan el Bautista.

Estamos en adviento que es tiempo de espera de su venida, pero cuando venga, ¿Podremos reconocerlo? En el texto bíblico el Señor comentando acerca del profeta Elías y Juan el Bautista, dice que fueron pero no los reconocieron, fueron rechazados y lo mismo sucedió con Él mismo, el Hijo. Como en el cuento “La visita de Dios” a veces lo que nos impide reconocerlo son nuestras propias ideas o conceptos que tenemos de Él, o también las imágenes que nos hacemos de Él no nos dejan verlo, nos impiden ver. Por esta razón es que en el libro del Éxodo (20,4) dice que no se haga ninguna imagen, y es que ninguna imagen puede abarcar el misterio, ningún concepto o teoría puede definir a Dios, Él siempre está más allá de todo concepto o imagen. Eso también se aplica a las personas, ya que en cada ser humano reside el misterio de Dios.

¿Cómo vamos en cuanto la preparación para la venida del Niño Dios en este tiempo de Adviento?

❁ ¿Qué nos impide reconocer a Dios en nuestro pasado, presente y futuro?

❁ ¿Cómo y cuándo experimentamos la presencia de Dios?

❁ (Dejamos un espacio a los participantes para compartir sus preguntas y reflexiones)

✎ Nos proponemos a ser más atentos a las necesidades de otras personas por el resto de este Adviento… Quizá es el mismo Dios que a través de ellos toca nuestra puerta para visitarnos.

✎ Acompañemos a nuestros niños: Preparemos un lugar en nuestra casa donde tendremos el pesebre, armamos la casita y colocamos la pajita.

“Jesús quiere evangelizadores que anuncien la Buena Noticia no sólo con palabras sino con una vida que se ha transfigurado en la presencia de Dios.”

 Evangelii Gaudium, 259

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